La viticultura de Fuencaliente se configura como un paisaje de constitución cerrada y belleza singular sobre un medio difícil y frágil.
Es imposible valorar apropiadamente los vinos del paraje de los Llanos Negros si no se conoce de cerca el entorno del que proceden y las características especiales que exige su producción. La viticultura heroica tiene un excelente potencial de calidad, pero requiere importantes esfuerzos económicos y humanos.
El viñedo de los Llanos Negros se cultiva según la norma de viticultura integrada. Nos ayudamos en medidas de prevención y saneamiento naturales. La viña la tratamos solo cuando tiene riesgo real de enfermedad, con los productos menos agresivos para la fauna auxiliar.
Nuestro sistema de cultivo, no nos permite mecanizar de ninguna manera, por lo tanto todos los trabajos son realizados a mano, donde el sacrificio anual de hombres y mujeres cargando con cestos, una labor dedicada al esfuerzo y a la fe que tienen, en que el resultado de su coraje ha merecido la pena. El trabajo de la tierra, es mínimo, ya que al estar cubierta por ceniza volcánica, el crecimiento de malas hierbas es nulo y no se necesita ninguna manipulación del suelo. Nuestro compromiso con el terroir de los Llanos Negros es buscar la mayor integración con el ecosistema.
Respetar el buen cultivo de los Llanos Negros significa favorecer las variedades nobles autóctonas que llevan plantadas durante siglos y que conforman un paisaje sin igual y desconocido para la mayoría de los españoles, manteniendo así la singularidad de este viñedo.